Imagínate esto: no estás en la típica región cafetera colombiana. Estás muy al norte, donde la Sierra Nevada de Santa Marta se encuentra con el mar Caribe. Imagina playas de arena, picos imponentes y el aroma de un café intenso y oscuro.
Esta no es una taza cualquiera. Es de Sierra Nevada Orgánica, cultivada en suelo volcánico, a la sombra de las montañas. Disfruta de un sabor intenso y terroso, con toques de chocolate negro y almendras tostadas. Es fuerte, pero sorprendentemente suave, como un cálido abrazo para tus papilas gustativas.
Aquí está el detrás de escena:
Lo que hace especial a este café es quién lo cultiva. No son solo los agricultores, sino también las comunidades indígenas arhuaco, kogi, wiwa y kamkuamo. Han formado parte de esta tierra durante generaciones y cultivan un café realmente bueno.
Forman parte del "Cinturón Cafetero del Caribe" y han desarrollado productos de café de alta calidad. Así que con cada taza, apoyas a sus comunidades. Es una experiencia cafetera verdaderamente única.